¡FELIZ DÍA CAMPESINOS!
LOS APUS
(LOS DIOSES LLEGADOS DEL PASADO PARA
DEFENDER EL FUTURO)
Según
el Diccionario Quechua - Español – Quechua de la Academia Mayor de la Lengua
Quechua, la palabra Apu significa: “Apu.
s. Mit. Espíritu tutelar de un pueblo que habita en las cimas de los cerros, en
los nevados, en la pendería o en una waka importante. EJEM: Apu Salqantay, Apu
Pachatusan. Apu Awsanqati, dioses tutelares de la ciudad del Qosqo. || Ec:
Jefe, mandatario, superior.”
La
devoción a los Apus, seres sobrenaturales que moran en las altas montañas
dotados de razón, inteligencia y voluntad, se remonta a miles de años y jugó un
papel muy importante en la formación de la espiritualidad y la religiosidad de
los pueblos del mundo andino.
Es
el originario animismo natural y ecuménico, que en el mundo andino se llamaba Camaquen, que se definía como la fuerza
vital que animaba todo cuanto existía en la faz de la tierra, inclusive los
cerros, las piedras, las lagunas, las plantas alimenticias, las medicinales y demás seres sagrados. Los seres vivos o
muertos tenían Camaquen.
Como
esta creencia no pudo ser entendida por los españoles, supusieron que el Camaquen era igual al “alma” de la fe
judeo-cristiana que está referida a una entidad inmaterial que poseen los seres
vivos y que muertos estos “dejan de tener alma”; pero para la fe de nuestros
ancestros, los muertos seguían teniendo el Camaquen y por eso eran objeto de
culto y respeto.
Para
los antiguos peruanos y para muchos de los que hoy habitan estas cordilleras: TODO ESTA VIVO, TODO ES CONSCIENTE, TODO
TIENE UN ESPIRITU QUE LO ALIENTA.
Sobre
la base de esta fe, las montañas, nevados, cerros, colinas, cuevas, pongos,
ríos, lagos y lagunas del espacio donde vivían los pueblos originarios de estas
cordilleras, fueron trasmutados en seres divinos cuyo espacio estaba habitado
por singulares criaturas, que presentados a través de misteriosos mitos o
coloridas leyendas, les servían para exaltar mediante sus manifestaciones
físicas la grandiosidad de sus dominios, pero también eran las fuerzas
poderosas y mágicas que los protegían de visitantes extraños, y hasta quizás
también de la fuerza de los dioses de sus enemigos. Eran los guardianes de la
vida en todas sus formas.
En
ese sentido los nevados por su inmensa altitud y envergadura, así como por
estar rodeado de enormes bosques y lagunas desde donde nacían los ríos y los
manantiales, eran sacralizados como las deidades más poderosas, y venerados
como la forma petrificada de algún ser mítico: un puma, un cóndor, un viejo
sabio, un poderoso guerrero, etc. O simplemente eran las moradas de los dioses,
pero también la pacarina o el lugar
de origen de algunos grupos étnicos. En muchos casos solían tener todos estos
atributos a la vez.
Desde
tiempos inmemoriales todas estas deidades tuvieron un usnu o un lugar natural de fabulosa belleza paisajística para su
culto. Así el usnu que se levantó en
las inmediaciones de Tamburco, fue un altar para la veneración del nevado Ampay, el Apu de
Abancay, y una de las deidades ancestrales más importantes de Apurímac.
Los
Apus eran causantes de lo que hoy conocemos como fenómenos meteorológicos, es
decir la lluvia, los rayos, los relámpagos, los truenos, las nevadas, el
granizo, los fuertes vientos, los arco iris, las inundaciones, los huaycos,
etc. También eran los propietarios de los animales salvajes y de todas las plantas, especialmente de las medicinales cuyos efectos benéficos eran la ciencia de sus chamanes, y las
dedicadas al culto a través de las cuales se comunicaban con sus dioses,
mediante rituales que se realizaban en un lugar particular y en un día
señalado, para suplicar la ocurrencia oportuna de las lluvias para que
propiciaran la abundancia de las cosechas y una exitosa reproducción de las
crianzas, y sobre todo la supervivencia de ellos mismos, pero rogando también
para que no se produjeran las desgracias que acarreaban las sequías, el
granizo, las nevadas o los huaycos.
Estos Apus también eran
fieros guerreros que luchaban entre ellos en telúricas y fantásticas batallas en
las que se arrojan gigantescas rocas con sus poderosas huaracas. Estas luchas dejaban profundos
agujeros por todas partes y hasta horadaban las montañas. Esta es una colorida
leyenda para explicar la caída de meteoritos en el mundo andino.
En
estos tiempos de cambios climáticos, contaminación y veloz deterioro del medio
ambiente, en que con mucha razón se nos exige un especial respeto a la madre
tierra y sus recursos, los peruanos no tenemos que adoptar una actitud nueva o
extraña, solamente debemos evocar a los dioses de nuestros antepasados y
tendremos la dicha de encontrarnos con un sin fin de milenarias enseñanzas y
costumbres para no dañar a la Pachamama, la diosa tierra de estas latitudes.
Son
los Apus, los dioses nacidos de la misma naturaleza que nos ha concebido a
todos, los que jamás nos pedirán una guerra para matar a los hijos de otros
dioses, sino que amorosamente nos suplican respetar la vida en todas sus formas
y todos los recursos y procesos que sostienen este planeta.
Esos
dioses ancestrales deberán volver para que los hijos del futuro puedan nacer y
vivir.
Abancay,
24 de junio del 2017.
Maravilloso material, increíble que los mismos habitantes quechuahablantes de Andahuaylas no reconozcan el significado de Camaquen. Saludos.
ResponderEliminarDoctor Ciro Palomino buenos días, soy una fiel lectora de su blog,tengo una consulta que espero pueda darme luces, en el mes de enero la agencia agraria de anta me otorgo una constancia de posesión, la misma que en agosto mi hermano a pedido la nulidad basándose en una sentencia por fraude procesal que tengo y aduciendo que el es dueño, cosa que es falso ya que de acuerdo a dicha sentencia el dueño seria la persona que me vendio la cual ya fallecio, asi mismo doctor le comento que yo pago autovaluo a la municipalidad y a la fecha mi hermano me a sacado del predio, que puedo hacer doctor
ResponderEliminarhola que tal quisiera que coloquen mas informacion sobre la festividad que se da en Pito ... sobre una version apurimeña de el takanakuy es para un proyecto de Peru unico sobre las celebraciones en el distrito de Apurimac
ResponderEliminarGRACIAS POR LA INFORMACION, ME GUSTA ESTAR INFORMADO SOBRE MI ALREDEDOR Y AGRADEZCO POR SU GRAN TRABAJO.
ResponderEliminarEs 1000% cierto lo comentado en esta nota, yo conoci de cerca a diversos Apus, entidades telúricas llenas de razón, suprateligencia y que buscan que los seres humanos progresemos en el mundo astral.
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